Aquí i allà

ALLÀ  GENTILESA DE LA MONTSE

AQUÍ  GENTILESA DE L'ESTIU

¿Se acabó?

Estamos pasando los cuatro últimos días en Santiago: Santiago nos gustó y hemos vuelto: para terminar bien, para aposentar lo que vimos y sentimos a lo largo de un país tan largo, para comprobar si es cierto que ya llevamos Chile en el corazón, que ya no lo olvidaremos, que ya es nuestro Chile también.

Elegimos el hostel Internacional de la calle Cienfuegos, entre Moneda y Agustinas: nosgustan la calle, el barrio y el hostel.

Hemos ido a escuchar música cubana en vivo y a tomar unos ostiones a la parmesana con vino del país a La Chimenea,  asistimos y aplaudimos en pie la última representación de “Amores de cantina” premio nacional de teatro, repetimos de Pisco sour con gengibre y, en la plaza Brasil, hemos conversado largamente con artesanos indigenistas,  antiguos militantes del M.I.R. Y más, mucho más...

Volvemos pasado mañana.  ¿Es verdad que hace frío? Aquí estamos a 35º al  mediodía.

PRESENTACIONES, ENLACES,

Ismenia, desde Valparaiso, no ha enviado una bonita presentación com imágenes de un dibujante de Valpo, Lukas. No los entendemos todas, pero vamos intuyendo la afabilidada chilena.

En Chile también hay disparates ecológicos.. Quieren información sobre el valle de San Félix, en la III región y las minas de oro que se proyectan horadando glaciares?

No podemos dejar de poner un enlace a nuestros problemas ecológicos , el de la montaña de sal "olvidada" por unas minas israelitas y, en general, los del agua en Cataluña. No teman, aunque están escritas mayoritariamente  en catalán, llevan el traductor de google incorporado!

Durante el viaje con Navimag hemos hecho amistad con Fabienne y aqui está su blog: http://thefabulousjourney.over-blog.com/

A Ushuaia hem trobat uns catalans, el Cesc i la Raquel,  que donen la volta al món en moto http://rumbalest.com/

En Ushuaia también nieva!

Tanto hemos bajado que hemos tentado a los espíritus onas y, aunque estamos en pleno verano…nos ha nevado encima: hoy  Ushuaia ha amanecido con las montañas cubiertas de un fino manto de nieve. Para eso no hacía falta hacer tantos kilómetros, con quedarse en casa bastaba.

Ayer, último día en la ciudad más al sur del continente, estuvimos dudando toda la mañana si subir a tocarle los pies o no al glaciar Martial: un rato llovía, otro no. Salía un retazo de sol, se escondía al minuto y llovía…. Después de fortalecer nuestra mente y nuestro estómago con una empanada de pino y unas lentejas, agarramos (no cogimos, que aquí sólo cogen los españoles) un taxi hasta la base del telesilla. Allí, montaditos en una doble y despacito, subimos viendo la cara de frío de los que bajaban.

Luego, anduvimos hasta uno de los caminos que conducen a una de las bases del glaciar. Cuando llegamos arriba (bufff, bufff) el glaciar no tenía pie y había que subir hasta la rodilla (Teodoro dice que en 15 años no quedará ni glaciar), esta punta del glaciar había desaparecido: quedaba sólo agua. Es decir y bien explicado: donde hace un año estaba el pie (o una lengua) del glaciar hoy sólo hay agua: el cambio climático es una realidad palpable hoy en esta parte del hemisferio sur, aunque ayer nevara en Ushuaia.  

Nos ha salido un artículo un poco anatómico, ¿no?

   

El mundo del fin del mundo (Luis Sepúlveda)

Entrada breu a Argentina, Ushuaia, per seguir al costat dels Andes, transformats ara en Cordillera Darwin ( la costa Brava vora els Alps,per entendre’ns ) Arbres grossos i alts com gegants perduts amb noms estranys com Coigüe, Ñirre i Lenga al costat de platges amansides per badies, illes i algues. Resseguim a peu la Badia Lapataia , el riu Ovando, el riu Pipo i el Lago Roca amb un dinar breu amb el Cesc i la Raquel , dos joves de Caldes que fa nou mesos que van amb la seva moto (http://rumbalest.com/). Tot gràcies al colectivo que ens ha aconseguit el Teodoro.

Una bióloga argentina del hostel ja ens ha explicat que una contribució de la civilització a la incultura autóctona va ser la introducció de conills, castors i guineus platejades, creant un bon merder en la fauna fueguina. Nosaltres només veiem conills: molts.

Ahora sí,

Ya estamos frente al estrecho de Magallanes. En la plaza de armas de Punta Arenas hay un monumento, datado en 1920, al descubridor Magallanes (con dos indios sometidos a cada lado).

Parece que los 300.000 pingüinos que pueblan de octubre a mayo Isla Magdalena lo ignoran todo de Magallenes . Ningunean a  los  cientos de turistas que pasean por su lado cada día, pero no a sus vecinos, ni a sus crías , ni a los terribles (para ellos) pájaros Skúa. A nosotros nos miraron primero con un ojo, luego con otro y decidieron que no les importábamos.

Al cerro Dorotea en Natales con el gaucho Adán

 Cuando llegó aquí el navegante Juan Ladrillero les dijo a sus marineros que ésta era la última oportunidad de encontrar el Estrecho de Magallanes  . Sus anhelos se vieron frustrados y bautizó el fiordo como Fiordo Obstrucción y a la provincia como Última Esperanza. Hoy lo hemos visto, a caballo, desde el cerro Dorotea con el gaucho Adán y un dolor incipiente en salva sea la parte.

Desde lo alto se ven 100 km de pampa desértica. Bien, desértica no, porque cuando cruzan acá los gauchos argentinos (que están aquí mismo) por primera vez presumiendo nomás de ser más gauchos que los chilenos deben sortear la maleza y exclaman sorprendidos: ¡pos aquí hay ramas, che! “Pampeeeros, nomás” exclama entre risas el gaucho Martín mientras nos lo cuenta.

Pocas ramas, es cierto, porque desde lo alto se ve bien la devastación de los colonizadores modernos que hace sólo 50 años quemaban todavía los bosques de lenga porque debajo no crece el pasto para las innumerables ovejas que pacen entre caballos, vacas y ñandús. Sus blancos huesos a lo largo del camino nos parecieron cementerios de elefantes . Se ven todavía las rayas paralelas de las excavadoras que intentaban socavarlos de raíz.

Y también nos hemos despedido de Juan, Josefina, Lilí y Martina. ¿Dónde está Juan? Se oía a todas horas en nuestro hospedaje. Juan es quien consigue los billetes, Juan es quien renta las carpas, Juan te acerca en un momento, está recogiendo a alguien en la estación. Falta leche y va Juan, en un momento, a por ella. Tiene tiempo para sentarse tranquilamente a hablar contigo y contarte su vida aventurera (ríete tú de nuestros jóvenes emprendedores). Ah, pero la mermelada  de ruibarbo no la hace Juan, sino su suegra, que ya salió del hospital. Josefina puede con la casa y dos guagüitas preciosas. Hemos estado bien con ellos.