lunes, 9 de enero de 2012

Hornopirén; camino al lago Cabrera

Estamos en Hornopirén , al que llegamos en un bus  abarrotado, por una carretera de puro ripio.

Hoy, sin rentar un  flete en la base del parque, porque unos chicos que trabajan cerca nos han llevado a la base, y por lo tanto sin gastarnos ni  una luca hemos subido al lago Cabrera. El camino ascendia con regularidad y a buen paso -ejem, ejem- hemos ascendido hasta el collado, Hay que decir que con harto lluvia, cada vez con más lluvia. No trajimos capelinas y nuestra primera estrategia de arremangarnos los pantalones y taparnos con los corta-vientos iba resultando cada vez más ineficaz. La guía ya dice que estamos en una región de bosque templado lluvioso, pero lo de lluvioso nos imaginábamos que quedaba más lejos,
Lengas gigantes cortadas a trozos o caídas a lo largo del camino, helechos rezumando agua y musgo por doquier, belleza en estado puro.

Al llegar al collado, la cosa se ha ido complicando:  el camino se ha convertido en un río, que, a veces, se podía atravesar por pasos laterales construidos, pero a veces no, las más de las veces, no.


Para entonces la lluvia era torrencial la mayor parte del tiempo y por el paso del camino-río nuestros zapatos ya eran bañeras llenas de agua: hemos decidido abandonar  cerca de la meta. Volveremos sin lluvia!

 Después de una caminata sin parar de más de seis horas, teníamos hambre y ansiábamos una ducha caliente. Un constructor feliz nos ha traído desde la base hasta la pensión. Y sin gastarnos ni una luca, que acá ya tiene mérito. 

1 comentario:

  1. Hola parella!.Amb el fret que tenim aqui,quina enveja sana que tic.Adeu-siau patons

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